1.15.2006

LOS CELOS...???

¿UN SENTIMIENTO HUMANO DE AMOR O POSESESIÓN?
Los celos, ("el vicio de la posesión", como Jacques Cardonne los denominaba) han sido, desde hace siglos, argumento recurrente y fértil de la literatura aunque constituyan también el germen de demasiados sucesos desgraciados y muy reales. Pero, ¿qué son los celos?. Podríamos definirlos como un estado emotivo ansioso que padece una persona y que se caracteriza por el miedo ante la posibilidad de perder lo que se posee-tiene, o se considera que se tiene-posee, o se debiera tener-poseer (amor, poder, imagen profesional o social...). En el ámbito sentimental, el rasgo más acusado de los celos es la desconfianza y sospecha permanentes en el otro que tiñen, y perjudican gravemente, la relación con la persona amada. La mayoría entendemos por celos ese confuso, paralizador y obsesivo sentimiento causado por el temor de que la persona depositaria de nuestro amor prefiera a otra en lugar de a nosotros. Cuando se muestra en su forma aguda, el origen de los celos hay que buscarlo en situaciones neuróticas o, en general, psicopáticas. Algunos autores creen que el sentimiento de los celos es universal e innato. Linton, por ejemplo, ve una prueba de esta tesis en el hecho de que en las Islas Marquesas, donde la libertad sexual es prácticamente total, los indígenas manifiestan sus celos sólo cuando están ebrios; es decir cuando su control voluntario, su raciocinio, ha disminuido. Por el contrario, otros psicólogos (como O.Klineberg) señalan que este sentimiento es de origen cultural, y que los celos no dependen del deseo o necesidad de goce exclusivo de los favores del otro, sino del "estatuto" social. En las sociedades monogámicas, como la nuestra, y siempre según este autor, el adulterio sólo provoca reacciones celosas en la medida en que origina inseguridad (material o afectiva) o afecta al prestigio y al honor. Son dos teorías relativamente antagónicas, pero como ocurre con frecuencia, perfectamente complementarias. Podemos pensar por tanto, que cuando nos mostramos celosos experimentamos sensaciones inherentes a nuestra condición de seres humanos y, a la vez, manifestamos un comportamiento adquirido y heredado de nuestra cultura y modus vivendi. Un sentimiento que puede resultar peligroso Las personas muy celosas son, frecuentemente, apasionadas, ansiosas, un poco sadomasoquistas y neuróticas, y proyectan en su entorno humano sus propias tendencias a la infidelidad. Buscan con avidez todas las pruebas de su presunto infortunio y se muestran refractarios a los argumentos racionales que les trasmiten las personas cercanas con las que se sinceran. Los celosos delirantes que se sienten abandonados, menospreciados y burlados, pueden llegar hasta la tragedia de perseguir con odio a su "amor" y no vacilarán en atacarlo. De ahí que este sentimiento de los celos genere tantos problemas, no sólo en la seguridad física de las personas directamente afectadas por casos criminales sino también en el equilibrio emocional de otras muchas cuyo bienestar psicológico se ve amenazado. Cuando en una pareja surge el miedo a la separación, éste se manifiesta en forma de celos, de persecución al cónyuge en su hipotética infidelidad, controlándole y pretendiendo obligarle a que sea fiel. Cuanto más persigue a su pareja con celos, tanto más se siente impulsado el perseguido o perseguida a demostrar su autonomía, esforzándose en alejarse y no dejarse obligar. Y cuanto más lo hace, tanto más busca el celoso o celosa reclamarle como posesión propia y secuestrar su libertad de movimientos y de sentimientos. El celoso exige entonces a su pareja la descripción pormenorizada de su supuesta aventura y en su mente se mezclan el miedo al ridículo, a estar en boca de todos, el sentir con dolor que la otra persona vale más, la pérdida de autoestima, un deseo morboso de información (circunstancias de la otra relación, quién es, dónde se ven, desde cuándo.....), un desmedido afán de control, un sentimiento de posesión exacerbado, la agresividad para con uno mismo... Vive la situación como si de una tortura se tratara e incluso con deseos de venganza, que van desde el encerrarse en el silencio hasta el drama que con tanta frecuencia describen las secciones de sucesos de los medios de comunicación. Los celos no son amor Los celos, en contra de lo que podría parecer y de lo que sugieren algunas letras de canciones, argumentos literarios o guiones de películas, no siempre son consecuencia de un gran amor, ni indican cuánto se quiere, se necesita o se desea a la otra persona. Y, normalmente, quienes padecen preferentemente estos ataques de celos son personas muy centradas en sí mismas, que sólo se curarán saliendo de su autoencierro. En muchas situaciones de celos hay, más que amor o miedo a la soledad, otras causas: sentimientos de posesión del otro, de necesidad de controlarle, de inseguridad en uno mismo, de envidia hacia la mayor riqueza de la vida emocional del otro... Un tipo muy especial de celos son los infantiles ("complejo de Caín"), que se manifiestan tras el nacimiento de un nuevo hermano. El niño, antes centro de todas las atenciones, se ve obligado a aceptar que debe compartir con el nuevo miembro de la familia el amor y cuidados de sus padres, muy especialmente de la madre, lo que hace que vea en el recién llegado un usurpador y la malquerencia hacia "el intruso", lo que puede conducirle a volcar su agresividad en su pequeño hermano. Según los psicólogos, no es extraño que incluso el origen de ciertos estados neuróticos que sufren los adultos provenga de secuelas de celos infantiles padecidos hace décadas. Pero los celos no son exclusivos del espacio familiar o sentimental: otro ámbito donde germinan es el mundo laboral. Los celos afectan con frecuencia a profesionales desconfiados y muy competitivos (en la mala acepción del término), incapaces de trabajar en equipo y que invierten gran parte de su tiempo y energía en los pequeños detalles, no compartiendo información y controlando cuanto ocurre a su alrededor, a fin de que nadie presente un trabajo que pueda ensombrecer el suyo. La vida y valía personal de estos celosos laborales giran en torno a su estatus profesional y mantienen una baja autoestima (disfrazada frecuentemente de autosuficiencia). Y, por supuesto, con esa actitud, evidencian su inseguridad y un déficit de inteligencia emocional, al no responder positiva y equilibradamente a los estímulos del exterior, en este caso, a la competencia de sus compañeros de trabajo. También pueden surgir los celos en la relación con los amigos ("ese es el más guapo, aquellla es la más lista, ese el que tiene la casa más bonita, este es el que está casado con la que más dinero gana"), pero normalmente no generan tantos problemas ni alcanzan dimesiones dramáticas. Si nos sentimos celosos de nuestra pareja: "Los celos son malos consejeros" dice el refrán. No desdeñemos su importancia ni dejemos que se nos cuelen como sentimientos normales o que hasta tienen su encanto, por cuanto trasmiten "lo mucho que le quiero". En la realidad cotidiana, los celos rompen y enturbian las relaciones, y los individuos celosos acaban minando, con su posesividad y persecución asfixiantes, el gozo y el placer del encuentro, el equilibrio en la pareja, que se basa en la ternura, la comprensión, la tolerancia y el respeto a la autonomía del otro. Si en un momento determinado nos sentimos víctimas de un ataque de celos que perjudica nuestro bienestar emocional, actuemos dedicidamente:Seamos conscientes de que estamos padeciendo los celos sin querernos engañar jugando a progresistas.Comuniquemos nuestros sentimientos a la persona cuyo comportamiento ha generado los celos, especificándole claramente las conductas que nos hacen sentirnos celosos.Hablémosle cuanto haga falta, aunque sin someterla a una presión excesiva (y mucho menos aún, recurriendo a amenazas o agresiones físicas), y con ánimo de pedirle que nos ayude a disipar nuestras dudas. Se trata de saber qué ocurre en realidad y de cotejarlo con nuestra percepción, que perfectamente puede ser errónea.Si se trata de un pensamiento irracional que estamos alimentando, debemos apoyarnos en la realidad y desterrarlo definitivamente. Nos será más fácil si contamos con la ayuda de la otra parte. Pero no olvidemos también es parte afectada, a la que debemos comprender y ayudar.Revisemos durante un cierto tiempo nuestra actitud ante la otra persona, para comprobar que los celos han desaparecido.Fortalezcamos el diálogo continuo, la confianza y el contacto amoroso: son los mejores instrumentos para superar el desencuentro y los celos.Aceptémonos más, confiemos en nosotros mismos y trabajemos la seguridad en nosotros mismos, nuestra autoestima.Si sufrimos un cuadro agudo de celos o nos vemos incapaces de gestionarlos por nosostros mismos, dirijámosnos cuanto antes a una consulta psicológica.Y, por último, si hay motivo real para nuestros celos, planteemos con realismo la situación a nuestra pareja. Y armémonos de valor, paciencia y comprensión para superar la situación. Casi todo tiene un final, y el amor también puede tener fecha de caducidad.
M.A.L.R.

Cosas sexy para hacer antes del sexo...

El secreto para una sesión carnal electrizante es prepararte.
No puedes esperar que el agua que pones a hervir al fuego alcance el punto de ebullición en unos segundos, ¿verdad? Pues lo mismo ocurre con el sexo: darle tiempo a tu cuerpo para calentar los motores antes de pasar a la acción central es la clave para obtener el máximo placer. “El sexo es más ardiente cuando antes has tenido una extensa sesión de caricias”, dice Joy Davidson, autora de Fearless Sex (Sexo sin temores). Además, a él le encantará ese preludio pasional. Busca entre estas ideas la mejor combinación carnal para ti.
COSMO...
M.A.L.R.

MOVIDAS EN SOLITARIO.

-En tu tiempo libre (por ejemplo, si estás en la fila de la tienda), recrea en tu mente una fantasía sexual.- Haz ejercicios dos horas antes del sexo, para liberar endorfinas.- Transforma tu cuarto en un relajante palacio del placer: viste la cama con sábanas de satén, enciende velas...-Empieza un ritual erótico que sólo harás antes del sexo. Por ejemplo, aplicarte una loción y tenderte en la cama hasta que se seque. Tu cuerpo asociará la experiencia con la excitación sexual, y encenderá los motores en el acto.
COSMO
M.A.L.R.

TRUCOS A DÚOS

- Intercambien mensajes, empezando con notitas dulces (Tienes unos labios muy sexy) que irán subiendo de tono.- Disfruta las sensaciones que experimentas al tocar ligeramente su cuerpo, como sentir su pelo entre tus dedos.- Hazle una pregunta hot como: “¿Cuál es la parte de mi cuerpo que te gustaría tener en tu boca ahora mismo?” - Desvístanse lentamente. Desabotona su camisa y demórate unos minutos besando su cintura antes de quitarle los pantalones. Luego, deja que él te quite la blusa y te bese alrededor de tu sostén, tu cuello y tu pecho. - Beban champán mientras toman un sensual baño en la bañera. Lávense la cabeza mutuamente y aprovechen para darse un masaje electrizante.- Siéntate frente a él en la cama y entrelaza tus piernas alrededor de su cintura.-Procedan ahora a darse un masaje simultáneo en los hombros, concediéndose tiempo para besar áreas eróticas poco exploradas, como las muñecas o las corvas. - Súbete sobre él completamente desnuda, abrazándolo con tus brazos y tus piernas, y lentamente respiren en sincronía durante al menos un minuto.
COSMO...
M.A.L.R.

MANEJANDO A LOS HOMBRES

5 reglas que debes romper en la relación...
¿Nunca te has cuestionado la conducta que todo el mundo sigue en las citas?
Nadie sabe con certeza dónde se originaron, pero hay algunas reglas sobre las relaciones, universalmente aceptadas, que todas pensamos que debemos seguir. Algunos de estos mandamientos son válidos (por ejemplo: el novio de tu amiga es territorio prohibido); pero otros no tienen sentido, y tu relación funcionará mejor si los rompes.“En vez de seguir ciegamente una serie de estándares prefabricados y posiblemente obsoletos, es bueno que analices cómo funcionan las parejas en el mundo de hoy, y actúes en consecuencia de ello”, dice la sicoterapeuta Lynn Ianni. El truco es determinar qué leyes del amor ayudan a fortalecer la conexión... y cuáles deben eliminarse. ¿No estás segura? Tranquila. Cosmo ha reunido 5 reglas que tienes que romper ¡ya!
COSMO...
M.A.L.R.

Tienen que contarse todo lo que han hecho en el día.

Por qué debes romperla. Ya sabes que no está “en nada” andar pegada a él como un chicle. Bueno, pues lo mismo puede decirse de trazarle un mapa mental de tus actividades diarias. “Una versión breve es más efectiva”, asegura Rhoades. Y luego pasa a un tema de interés mutuo, como una noticia o alguna película que ambos quieren ver. Pero ¿cómo saber qué información debes darle cuando tú y él se reúnen después del trabajo? Sigue esta norma: “Cuéntale las cosas que han provocado en ti una reacción emocional”, aconseja Ianni. Por ejemplo, si han despedido a alguien en el trabajo y temes que a ti te pase lo mismo, o si tu hermana te ha dicho que está embarazada, cuéntaselo y comparte con él tu preocupación por ambas cosas. “Pero resérvate otros temas que no te afectan mucho”. Piensa, además, en todo eso que sabes que él encuentra interesante... y en lo que lo aburre. Si oír los chismes de la oficina es tan agradable para él como sacarse una muela, no lo abrumes con los detalles. Estará más deseoso de comunicarse contigo si los dos se mantienen en sintonía.
COSMO...
M.A.L.R.

CÓMO HACER QUE VENGA CORRIENDO A CASA

¿Una rutina aburrida? Consejos para que no se vaya al bar después del trabajo.
COSMOPOLITAN.
Haz que tu “hasta luego” cuente. Al despedirlo en la mañana, nada de un besito distraído en la mejilla... Bésalo fuerte. “Te tendrá en la mente todo el día y estará loco por verte esa noche”, dice Patricia A. Farrell, autora de How to Be Your Own Therapist (Cómo ser tu propia terapeuta). Cambia el paso. “Para desterrar esa idea de que al llegar a casa se acaba la diversión del día, planea algunas sorpresas que lo mantengan a la expectativa”, añade Farrell. Por ejemplo, salgan a comer algo y a jugar billar en un bar cercano, o vayan al cine y, como cena, cómanse una gran bolsa de rositas de maíz. Sé más efusiva. “Súbele el ego cuando menos lo espere”, señala Sheenah Hankin, autora de Complete Confidence (Confianza total). Déjale un mensajito en su celular o envíale un e-mail que diga: “Te extraño” o “Te adoro”. ¿Quién no correría a ver a alguien que lo hace sentir tan bien?
COSMOPOLITAN

¿ESTA LISTO PARA TENER ALGO MÁS SERIO?

DESCUBRE LOS SUTILES Y SORPRENDENTES SIGNOS DE QUE TU NUEVO AMOR ESTÁ DECIDIDO A LLEGAR MÁS LEJOS CONTIGO...
M.A.L.R

CASI NUNCA MENCIONA A SU EX...

UN HOMBRE QUE NO ESTÁ INTERESADO EN HACER DE UNA AVENTURA ALGO REAL, SIEMPRE ESTARÁ HABLANDO DE SU EX... PARA BIEN O PARA MAL.
SIN EMBARGO, SI SALVO PARA DECIR ALGO ESTRICTAMENTE NECESARIO, ÉL LA DEJA JUSTO EN EL SITIO DONDE PERTENECE; ES DECIR, EN EL PASADO, EL CAMINO ESTÁ LIBRE PARA TI.
M.A.L.R

CUMPLE SU PALABRA...

LOS CHICOS SON FAMOSOS POR DECIR "TE LLAMO MAÑANA" O "TE LLEVARÉ A CONOCER A MIS AMIGOS", Y DESPUÉS CONVENIENTEMENTE OLVIDARSE DE LO QUE DIJERON.
ASÍ QUE SI TU NUEVA CONQUISTA NUNCA CUMPLE LO PROMETIDO, ESO SIGNIFICA QUE NO TIENE INTERES EN ECHAR RAÍCES CONTIGO.
M.A.L.R.